Viajá Sin Conocer el Idioma
Con los recursos adecuados, puedes hacerte entender en cualquier país. Entérate cómo sobrevivir cuando no entiendes la lengua materna.
Utilizá palabras comunes
- Cerciorate de memorizar unas cuantas palabras y expresiones: «hola», «adiós», «por favor», «gracias», «ayuda», «estoy perdido», «¿habla español?»
- Cuando estés en busca del baño, tratá de usar la palabra «toilet», que se entiende prácticamente en cualquier idioma.
Utilizá tu rostro
- Tu expresión facial puede ayudarte más de lo que te imaginás. Si aparentás estar perplejo, confundido o preocupado, pero sobre todo amigable y abierto, normalmente encontrarás quien te ayude.
- Las sonrisas se entienden mundialmente. Pero recordá, las personas en Estados Unidos se sonríen más que las personas de algunas otras nacionalidades. Es menos probable que una sonrisa de saludo te la devuelvan en Alemania, Rusia o Japón.
Utilizá tu cabeza
- Una inclinación de la cabeza generalmente significa «sí», y mover la cabeza de lado a lado significa «no». Sin embargo, investigá, por si acaso. Si te encontrás en Bulgaria, inclinar o mover la cabeza significa lo contrario.
Utilizá tus manos
- Señalar con el dedo es útil, pero recordá: casi todos los gestos hechos con los dedos ofenden a alguien en algún lugar, por eso es mejor evitar los gestos que utilizan un solo dedo —es mejor señalar con toda la mano.
- Ciertas señas que se hacen con las manos en Estados Unidos significan cosas completamente distintas en otros lugares. Si a un chef francés le haces una seña con el pulgar y el índice para indicar «perfecto», lo interpretará como si le estuvieras dando una puntuación de cero a la cena. Levantar el pulgar es un gesto grosero en Australia, Grecia y Medio Oriente.
- Si te ves en apuros, utilizá el gesto Namasté: une las palmas de tus manos con los dedos apuntando hacia arriba y los pulgares cerca del pecho e inclina la cabeza un poco; este es un gesto de paz y respeto en casi todo el mundo.
Utilizá tu papel
- Llevá contigo una libreta para notas y un bolígrafo. Te sorprenderá lo mucho que puedes decir con dibujos. La otra persona puede utilizar tu libreta para escribir o dibujar un mapa.
- Llevá también contigo un mapa de papel en el idioma local, ya que suele ser más práctico que los mapas de los teléfonos. En la recepción de los hoteles normalmente tienen mapas que regalan y en los que pueden trazarte la ruta hacia cualquier destino. Pedíle al conserje que escriba nombres y direcciones para mostrárselas al taxista o a una persona local a la que le pidás señas.
- Llevá contigo la tarjeta comercial del hotel en el idioma local.
Utilizá tu teléfono inteligente
- Divertite investigando las aplicaciones de traducción. Con las aplicaciones creadas para un idioma en particular, podés tocar la frase que necesitás y oírla hablada. Algunas traducen tus palabras escritas a otro idioma y traducirán lo que dice otra persona al inglés hablado.
- Google Translate es muy ágil, y ofrece 50 idiomas (pero ojo que no es perfecto). Podés utilizar el teclado o dictar tu pregunta, verla y oír la traducción, y obtener una traducción fonética escrita. Necesitás estar conectado a una red wifi para ciertas funciones, pero podés guardar tus traducciones favoritas para utilizarlas cuando no estés conectado. Con esta aplicación, la cámara de tu teléfono traducirá textos escritos visualmente. Solo apuntás la cámara hacia el texto, por ejemplo, de un menú, un letrero en la carretera o una placa en un museo, y verás las palabras transformadas al inglés o al español en tu pantalla.
- Documentá tu ruta. Tomá fotos —de intersecciones, edificios, letreros y otras cosas que puedan servir como puntos de referencia a lo largo del camino— para poder volver sobre tus pasos con las fotos. En el metro, tomá una foto del mapa del sistema de transporte público, para que podás consultarlo tantas veces como lo necesités, especialmente cuando cambiás de tren o plataforma.